Todas las empresas se enfrentan con el problema de qué hacer con las grandes cantidades de papel que se han generado a lo largo de los años. Muchos de estos documentos contienen información confidencial de clientes o datos propios de la empresa y a menudo se acumulan al lado de una trituradora de papel sin destruirse de manera adecuada. Esta acción podría dar lugar a grandes problemas para las empresas, y los clientes podrían incluso llegar a formular una demanda.
Aquí os mostramos cuatro razones por las que contratar a una empresa de destrucción de documentos confidenciales como DCD:
Seguridad
El robo de identidad y el fraude de información están entre los delitos que más se están cometiendo en los últimos años. Lo más frecuente es que el robo provenga de documentos confidenciales que han sido manipulados incorrectamente. La destrucción de documentos en DCD garantiza la seguridad de la documentación durante todo el proceso creando un vínculo de confianza entre la empresa y sus clientes.
Compliance
Es inevitable que cualquier negocio recoja diferentes cantidades de información confidencial y sensible en papel, y por esta razón las empresas deben cumplir estrictos estándares para la destrucción de documentos. Si se utiliza una destructora de oficina para la destrucción de documentos confidenciales no hay registros que demuestren lo que se ha triturado, cuándo se ha realizado, dónde se ha eliminado y por quién. En el caso de inspección o juicio, la empresa debe ser capaz de demostrar el total cumplimiento de las leyes diseñadas para la protección de datos. Las empresas de destrucción de documentos como DCD proporcionan a sus clientes un certificado de destrucción que puede ayudar a proteger nuestro negocio.
Ecológico
En DCD, las instalaciones para la destrucción confidencial han sido construidas en base a las normativas para el cumplimiento en protección del medio-ambiente.
Conveniencia
Contratar una empresa como DCD proporciona comodidad y nos despeja dudas sobre qué tirar en la papelera de reciclaje. Primero, llegamos a un acuerdo con el cliente definiendo el servicio, y a partir de este momento, el cliente procede al almacenamiento en contenedores numerados e identificados. Finalmente, se procede a su recogida y es transportado a las instalaciones donde se procede a su destrucción y certificación.
