La basura electrónica engloba productos y equipos electrónicos que han llegado al final de su ciclo de vida o han perdido valor para sus propietarios actuales. Cuando no se desechan o reciclan adecuadamente, pueden emitir contaminantes y convertirse en un grave problema.

La tasa creciente de desechos electrónicos también es preocupante, sobre todo si no se reciclan de forma adecuada.

En 2019, un informe respaldado por las Naciones Unidas demostró que se desecharon en todo el mundo un récord de 53,6 millones de toneladas de este tipo de basura; se espera que ese número aumente a 74,7 millones de toneladas para 2030.

En 2019 solo se recolectó y recicló el 17,4 % de la basura electrónica, lo que significa que el 82,6 % de los desechos electrónicos no se recolectó ni gestionó formalmente de manera respetuosa con el medio ambiente.

 

Definición de basura electrónica

Los desechos electrónicos generalmente se se conocen en la Unión Europea como RAEE, que significa desechos de equipos eléctricos y electrónicos.

Los desechos generados se pueden separar en diferentes categorías: electrodomésticos grandes (lavadoras y secadoras, neveras…), equipos de TI (ordenadores portátiles o de escritorio) y productos electrónicos de consumo (móviles, televisores…).

Fuera de estas categorías, los desechos electrónicos también pueden provenir de juguetes, dispositivos médicos o microondas.

El volumen de desechos electrónicos aumenta cuando estos productos se desechan o no se reciclan adecuadamente. Los impactos negativos del ciclo de vida de estos productos generalmente son desconocidos para el público cuando se deshace de este tipo de elementos.

Otro factor importante del problema de los desechos electrónicos es que muchos productos electrónicos tienen un ciclo de vida más corto. Por ejemplo, según un estudio publicado en Economics Research International, muchos teléfonos móviles y ordenadores portátiles ahora tienen una vida útil de menos de dos años.

El aumento de la cantidad de desechos electrónicos también se puede atribuir a las demandas de los consumidores o las tendencias tecnológicas. Los modelos de teléfonos móviles y portátiles se lanzan a intervalos más frecuentes y, por lo general, también tienen nuevos modelos de cargadores.

La liberación de sustancias químicas tóxicas como plomo, cromo, manganeso y éteres de difenilo polibromados (PBDE) de los desechos electrónicos genera muchos problemas ambientales y de salud.

Una revisión publicada en The Lancet Global Health evaluó la relación entre estas exposiciones y los resultados de salud. La presencia de PBDE afectó la función tiroidea en las personas que trabajaban en los sitios de desmantelamiento de desechos electrónicos y también se asoció con resultados adversos en el parto.

Pueden afectar al suelo por la escorrentía del agua y pueden contaminar los ecosistemas acuáticos. La liberación de estas sustancias químicas en el medio ambiente puede provocar una exposición ecológica generalizada y contaminar alimentos.

Preocupaciones ambientales por la basura electrónica

Los contaminantes orgánicos que se encuentran en los productos electrónicos pueden ser sustancias como los retardantes de llama, que pueden filtrarse en las vías fluviales y también contaminar el aire, o fluidos dieléctricos, lubricantes y refrigerantes en los generadores, que se bioacumulan en su mayor parte en pescados y mariscos.

Cuando están expuestas a la atmósfera, estas sustancias pueden aumentar el efecto invernadero y pueden contaminar los alimentos.

Los desechos electrónicos también contaminan el agua cuando la lluvia disuelve los productos químicos y la escorrentía fluye hacia estas áreas. Todos estos son peligros asociados con el manejo de basura electrónica y se amplifican cuando la práctica no está regulada.

Además de los riesgos para la salud de los seres humanos, estos productos químicos pueden acidificar los ríos y descargar hidrocarburos a la atmósfera.

Por todo ello, es fundamental reciclar los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de forma adecuada. Y cumpliendo con la legislación vigente, tanto en España como en la Unión Europea.

 

Reciclaje de basura electrónica

El proceso de reciclaje de basura electrónica puede ser todo un desafío debido a los diversos materiales que hay dentro de un dispositivo. La mejor manera de deshacerse de los desechos electrónicos es a través de empresas autorizadas para ello como DCD.

En España existen vertederos tecnológicos en los que se pueden desechar estos residuos, sin embargo, es mucho más cómodo recurrir a un servicio de reciclaje y destrucción de los RAEE como el que ofrece DCD.

Los residuos de aparatos electrónicos deben ser transportados por transportistas autorizados para residuos peligrosos y tener como destino una planta de reciclaje especializada, como las que trabajan con DCD. De esta manera estarás seguro de que estás cumpliendo con la legislación vigente en la destrucción de estos tipos de residuos.

En DCD somos especialistas en la destrucción y reciclaje de basura electrónica. Ponte en contacto con nosotros para obtener más información.

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